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¿Alguna vez te has preguntado por qué todo el mundo habla del suelo pélvico?
Es muy importante su tonificación, tanto para hombres como mujeres.
Y no. No es ninguna tontería.
¿Cuál es su importancia? ¿Qué beneficios nos aporta cuidarlo? ¿Qué podemos hacer para fortalecerlo?
Todo esto y más, lo encontrarás en este artículo.
¡Toma nota!
¿QUÉ ES EL SUELO PÉLVICO?
Antes que nada, conozcamos qué es y dónde se localiza el suelo pélvico.
Por si no lo sabes, consiste en un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior.
Lo encontraremos desde la zona del pubis hacia la uretra, vagina y ano. Algunos de sus músculos llegan también al sacro y coxis (huesos de la zona final de la columna vertebral).
Siempre que se habla de suelo pélvico, el mensaje suele ir dirigido a mujeres en su mayoría.
Pero desde este artículo, queremos que tengas claro que los hombres también poseen suelo pélvico, y es muy importante que lo tengan en cuenta.
¿POR QUÉ DEBES PRESTARLE ATENCIÓN?
Lo cierto, es que es una zona que solemos tener poco en cuenta, porque no está a la vista, ni es tan evidente saber cuál es su estado, pero tiene importantes funciones. Te las contamos a continuación:
Soporta las vísceras que están en la zona del abdomen y de la pelvis. Esta función es muy importante, porque en caso de esfuerzo (tos, saltos, ejercicio físico, ir al baño…) impide que esas vísceras modifiquen su posición.
También es fundamental a la hora del parto. Estos músculos hacen de “guía y sostén” para la salida del bebé.
Y cómo no: tiene un papel importantísimo para prevenir la incontinencia, tanto de heces como de orina. Incluso de gases.
TU SUELO PÉLVICO PUEDE DEBILITARSE POR ESTAS CIRCUNSTANCIAS...
Con la edad, vamos perdiendo la calidad de colágeno presente en nuestro organismo. Solemos pensar, que la disminución de colágeno sólo la notaremos a nivel de flacidez de la piel. Pero sí, también se nota a nivel interno: como en el caso del suelo pélvico.
Esa falta de colágeno, hace que el suelo pélvico se debilite, y, por lo tanto, no realice bien las funciones de soporte y sujeción de los órganos internos.
El sobrepeso y la obesidad: en este caso, el suelo pélvico sufre una sobrecarga que lo acaba debilitando.
¿Sabías que el estrés también afecta a esta zona? Pues sí, como lees. Y lo hace aumentando la contracción de sus músculos, lo que puede ocasionar dolores, que se pueden confundir tanto en el hombre como en la mujer, con otras patologías.
Determinadas prácticas deportivas, también pueden llegar a afectarle.
También puede perjudicarte realizar abdominales de la manera que todos conocemos: flexionando el tronco y la cabeza hacia las rodillas. Esto supone una presión excesiva en los músculos del suelo pélvico.
Nuestro archienemigo, el estreñimiento. Al realizar esfuerzo para defecar, forzamos en exceso la musculatura del suelo pélvico, desplazando los órganos de esa zona hacia abajo. A parte de poder provocar fisuras y hemorroides.
El embarazo y parto: actores principales en esta película. El peso que debe soportar la mujer durante el embarazo, empuja hacia abajo a los órganos internos e incluso al propio suelo pélvico. Y qué decir durante el parto: el esfuerzo es impresionante.
Cualquier cirugía ginecológica o en la zona anal, también pueden llegar a dañar esta musculatura.
¿CÓMO PUEDES SABER SI TU SUELO PÉLVICO SE ESTÁ DEBILITANDO?
Seas hombre o mujer, te interesa conocer las señales que envía tu suelo pélvico, para que puedas actuar a tiempo:
- Pérdidas de pequeñas cantidades de orina al toser, estornudar, reír…la famosa incontinencia
- Ganas frecuentes de orinar sin justificación
- Sensación de tener un peso en la zona vaginal (también llamado prolapso)
- Pinchazos en la zona anal
- Aumento del dolor de la pelvis al estar sentado
- En el caso de los hombres, la hiperplasia benigna de próstata (agrandamiento del tamaño de la próstata), puede afectar a su vejiga, presionándola. Si el suelo pélvico está débil, se manifestará a través de incontinencia urinaria.
¿QUÉ PUEDO HACER PARA FORTALECER MI SUELO PÉLVICO?
Te lo ponemos fácil, mostrándote 5 formas de mantener un suelo pélvico saludable:
Adopta una postura correcta en el WC: debes asegurarte no empujar con los abdominales.
Si tuvieses que realizar un esfuerzo, primero coge aire sin forzar los abdominales, y cuando sueltes ese aire, entonces “empuja”.
Practica la gimnasia abdominal hipopresiva: en este tipo de ejercicios, a través de la respiración, podrás aumentar la tonificación de los músculos abdominales, y del suelo pélvico.
Te aconsejamos que los realices guiados de un profesional, ya que la postura corporal es muy importante para que sean efectivos.
Ejercicios de Kegel: son ejercicios simples en los que se actúa como si se intentase contener la orina. El resultado, es que fortalece la musculatura del suelo pélvico.
Es recomendable practicarlos 3 veces al día, haciendo 10 contracciones de 5 segundos sin dejar de respirar, descansando 5 segundos entre cada contracción.
Evita el estreñimiento: como siempre os advertimos, el estreñimiento debe considerarse nuestro enemigo nº1, ya que además de provocar determinadas patologías (como las hemorroides, por ejemplo), también puede dañar tu suelo pélvico.
Para ello, utiliza probióticos y aumenta la ingesta de agua y fibra en tu dieta.
Evita el sobrepeso y la obesidad: en ambos sexos, es un gran factor de riesgo para el daño del suelo pélvico. En esas circunstancias, debe soportar un exceso de peso que lo debilita de una manera importante.
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