¡Bienvenidos una semana más a nuestro blog!
Todos en alguna ocasión hemos padecido estreñimiento.
Es una patología digestiva, que no entiende de edades, y que puede causar desde molestias, a importantes daños que deriven en otras enfermedades.
En este artículo, conocerás cómo prevenir el estreñimiento, cómo tratarlo en caso de padecerlo, y qué hábitos de vida funcionan para que no afecte en tu día a día.
¡Comencemos!
¿CUÁNDO PODEMOS CONSIDERARLO ESTREÑIMIENTO?
Hablamos de estreñimiento cuando vamos al baño menos de 3 veces a la semana.
Pero también se considera estreñimiento, si vas al baño más de 3 veces a la semana, pero necesitas hacer un esfuerzo excesivo, notas bloqueo o que la evacuación ha sido incompleta.
Si lo padeces, puedes notar los siguientes síntomas:
- Inapetencia por la comida
- Sensación de estómago lleno
- Flatulencias
- Náuseas o vómitos
- Dolores de cabeza
- Ardor de estómago
- Abdomen hinchado
- Evacuaciones con dolor
¿QUÉ CAUSAS ESTÁN DETRÁS DEL ESTREÑIMIENTO?
Las causas que lo producen son variadas:
- Hábitos de vida inadecuados: sedentarismo, estrés, beber poco líquido, dietas pobres en fibra y ricas en grasa…
- Modificaciones en la rutina diaria: cambios de horarios, modificaciones en la dieta, …
- Aparición de determinadas enfermedades (úlcera de estómago, infecciones, alteraciones intestinales, trastornos metabólicos…).
- Uso de algunos medicamentos ( por ejemplo los medicamentos opioides para dolores crónicos).
- Abuso de laxantes.
- Embarazo.
- Envejecimiento: con los años, se reduce la motilidad intestinal (el movimiento de nuestro intestino).
- Además, existen unos factores de riesgo, que aumentan las probabilidades de padecerlo. Entre ellos están:
- No tener establecida una rutina de ir al baño.
- No evacuar fuera de casa aunque se sienta necesidad.
- Realizar varias comidas fuera de casa.
- Que la dieta no sea la adecuada (poca fibra y poco agua).
¿CUÁNDO DEBES ACUDIR AL MÉDICO?
Existen determinadas ocasiones, en las que es necesario que actúe el médico.
Te contamos cuáles son:
- Si llevas más de una semana sin hacer ninguna clase de deposición.
- Si se trata de lactantes, niños y embarazadas.
- Personas con antecedentes familiares de cáncer de colon o enfermedad inflamatoria intestinal.
- Si se ha perdido peso sin causa aparente.
- El estreñimiento aparece bruscamente sin causa aparente.
- Padeces una patología o tomas un medicamento que pueda ser la causa que lo provoque.
- Pasas por periodos en los que sufres diarrea y otros estreñimiento.
Existen otras situaciones en las que hay que acudir al servicio de urgencia:
- Muchas personas, confunden el estreñimiento con otra situación que deriva del estreñimiento pero que requiere atención médica urgente: la obstrucción intestinal.
- Una persona con obstrucción intestinal, notará dolor abdominal y cólicos, abdomen muy inflamado, muchos gases y dificultad para eliminarlos, halitosis (mal aliento), y/o vómitos.
TIENE POSIBLES TRATAMIENTOS, PERO EL PRIMERO ES…
La primera medida que debe tenerse en cuenta, consiste en hacer unos cambios en el estilo de vida.
Pero debes tener en cuenta, que esto hay que realizarlo ante los primeros síntomas de padecer estreñimiento.
En las situaciones que te comentábamos en el punto anterior, debes acudir al médico.
Entre esos cambios, encontramos:
Aumentar el consumo de fibra:
El consumo de fibra en la dieta, aumenta el bolo fecal facilitando el tránsito intestinal.
La OMS (Organización Mundial de la Salud), recomienda una ingesta diaria de fibra de entre 27-40 g.
Debes estar alerta, porque existen determinados alimentos que tienen efecto astringente: favorecen el estreñimiento, por lo que debes evitarlos o consumirlos con moderación. Es el caso del chocolate, pan blanco, las bollerías, el plátano…
Beber abundantes líquidos:
Si no se bebe lo suficiente, las heces se vuelven duras y secas, favoreciendo el estreñimiento.
Lo ideal es beber entre 1,5 y 2 litros al día de agua o zumos de frutas.
Pero de nada sirve beber mucho líquido, si no va acompañado de la fibra que te comentábamos anteriormente. De lo contrario, lo único que conseguirías es orinar más, y no evitar el estreñimiento.
Tomar probióticos:
Los probióticos son microorganismos vivos, que ingeridos en cantidades adecuadas, tienen beneficios para la salud de quien los consume.
Los más utilizados en caso del estreñimiento son las cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium.
La eficacia de estos probióticos una vez que el estreñimiento ha aparecido, no está demostrada mediante estudios. Pero sí se ha demostrado que sirven para prevenir el estreñimiento.
Ahora bien, otra línea de actuación es mediante tratamiento farmacológico. Existen diversos productos eficaces para combatir el estreñimiento: los laxantes.
Este tipo de tratamiento, se utiliza cuando se han hecho los cambios en el estilo de vida que comentábamos anteriormente, pero aún se sigue padeciendo estreñimiento.
MUCHOS LAXANTES… ¿TODOS HACEN EL MISMO EFECTO?
Actualmente, en el mercado existen muchos tipos de laxantes distintos. Y muchas personas, los utilizan mal por desconocimiento, pudiendo tener consecuencias importante a largo plazo.
Lo vemos a continuación.
Existe un tipo de laxante que se denominan “formadores de masa”. Es el caso del glucomanano y el plantago.
Lo que hacen es aumentar la masa de materia fecal, que se hincha al absorber agua. De esta manera, al tocar las paredes del intestino, se estimula el peristaltismo, facilitando la evacuación.
Son los de primera elección, porque son los más parecidos al mecanismo fisiológico del organismo.
También son muy recomendables en caso de padecer hemorroides, o cuando se padece de colon irritable, o se necesite evacuar sin tener que realizar esfuerzo.
Como segunda elección, se podría utilizar un laxante osmótico. Seguro que te suenan el famoso bisacodilo o macrogol.
El bisacodilo, actúa sobre la mucosa del colon y del recto. Su uso debe ser ocasional. Se puede utilizar en niños mayores de 10 años, y en adultos. Los efectos aparecen a las 6-9 horas de su administración por via oral.
Por su lado, el macrogol, lo que hace es atraer agua, reblandeciendo las heces, facilitando su evacuación, y aliviando suavemente.
Como última elección, deben utilizarse los llamados laxantes estimulantes: cáscara sagrada, ruibarbo, frángula.
Este tipo de laxantes, actúan principalmente, irritando la mucosa intestinal. Pero debes tener mucho cuidado, porque tiene asociadas diversas reacciones adversas: náuseas, molestias abdominales o dolores tipo cólico.
Además de lo anterior, los laxantes estimulantes pueden causar dependencia, haciendo que llegues a depender de ellos para ir al baño. Y esto, por el modo de actuación que tienen, puede provocar importantes daños en tu sistema digestivo.
Por ello, te recomendamos utilizarlos solamente de manera esporádica, y nunca más de 6 u 8 días.
DESDE LA FARMACIA TE ACONSEJAMOS…
Para evitar el estreñimiento, desde la farmacia te recomendamos las siguientes pautas:
- Realizar ejercicio de manera moderada: por ejemplo, caminar durante 20-30 minutos todos los días. Esto favorece el tránsito intestinal.
- Adquirir un hábito de defecación regular. Te recomendamos intentar ir al baño a la misma hora todos los días. Lo ideal sería ir entre 15-45 minutos después del desayuno o la comida, ya que en ese momento es cuando se producen las mayores contracciones intestinales.
- No retrasar las ganas de evacuar. Esto sólo consigue que las heces se vuelvan más duras, dificultando su absorción. Además, si esto se vuelve costumbre, el cuerpo irá perdiendo progresivamente el reflejo que te avisa de que necesitas ir al baño.
- Aumentar la fibra en tu dieta, como te comentábamos anteriormente.
- Aumentar la ingesta de líquidos, combinada con el aumento de la fibra.
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